– Autoridades reconocen que los padres son parte del problema: «en lugar de corregir, arropan conductas que alimentan la violencia intrafamiliar y la reincidencia».
ALTAMIRA, TAM.- Mientras las cifras oficiales reflejan una disminución sostenida en robos, asaltos y agresiones en colonias históricamente conflictivas, la administración municipal enfrenta un nuevo reto que genera preocupación entre las autoridades: el aumento de incidentes violentos entre jóvenes vinculados al consumo de drogas en espacios públicos.
Así lo señaló el secretario del Ayuntamiento, José Francisco Pérez Ramírez, en entrevista exclusiva, donde destacó los avances logrados en materia de seguridad, pero también encendió alertas sobre los focos rojos que persisten rumbo al cierre de año.
Pérez Ramírez precisó que la tendencia a la baja de hechos delictivos es especialmente notable en sectores como Paseo Real, La Pedrera, Haciendas, Canarios y Jardines de Árbol, donde durante años se concentraron episodios de riesgo.
“Afortunadamente hemos tenido una disminución en hechos de violencia… no podemos cantar victoria, pero sí reconocer que la presencia de la Guardia Estatal y el aumento de patrullajes han dado resultados”, indicó.
El funcionario destacó que la coordinación interinstitucional ha sido clave para ampliar los operativos y garantizar una respuesta más rápida en las zonas calificadas como prioritarias.
No obstante, advirtió que el principal reto actual es el repunte de violencia entre jóvenes, especialmente relacionada con el consumo de drogas en espacios de convivencia como parques y áreas verdes.
“Entendemos el derecho al consumo en cantidades mínimas; lo que no es legal es fumar cannabis en la calle o en lugares públicos, y menos en áreas donde hay familias y menores”, subrayó.
El secretario detalló que el problema trasciende el consumo, pues las confrontaciones entre jóvenes derivan en agresiones físicas y disturbios, lo cual altera la tranquilidad en zonas comunitarias.
Uno de los aspectos que más preocupa a las autoridades es la reacción de algunos padres cuando sus hijos son sorprendidos consumiendo drogas.
“Cuando detectamos a un joven consumiendo droga, los mismos padres lo defienden o incluso agreden a los elementos. En lugar de corregir, arropan conductas que alimentan la violencia intrafamiliar y la reincidencia”, señaló Pérez Ramírez, al describir un patrón que se ha vuelto recurrente.
Otro frente de acción ha sido la supervisión y cierre de establecimientos que venden bebidas alcohólicas sin regulación adecuada. Según el funcionario, se detectaron permisos otorgados por administraciones anteriores en sitios donde no deberían operar.
“Encontramos permisos otorgados en lugares cercanos a escuelas y espacios públicos. Hoy eso ya no está permitido”, afirmó, precisando que el Ayuntamiento trabaja junto con la Oficina Fiscal del Estado para eliminar la operación irregular en zonas familiares.
Finalmente, Pérez Ramírez advirtió que los avances no serán sostenibles si la comunidad no asume un rol activo.
“La violencia no solo proviene de los jóvenes; también de padres hacia hijos. La comunidad debe asumir su parte. No se trata solo de esperar la intervención policiaca, sino de reconstruir comportamientos desde el hogar”, concluyó.
Autoridades locales reiteran que la prevención social y la participación familiar serán determinantes para consolidar los avances en seguridad y frenar la escalada de violencia juvenil en espacios públicos.
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